LA UTOPÍA CAPITALISTA. EL POR QUE DEL FRACASO DEL CAPITALISMO.

Una perspectiva histórica.

Por Gabriel Boragina

Hay dos muletillas, de entre las muchas que existen, preferidas por los enemigos del capitalismo para descalificarlo. Estas dos muletillas son decir que el capitalismo es una utopía, por una parte, y por la otra afirmar que ha "fracasado".

El propósito de este artículo es analizar esas dos objeciones tan frecuentes. Nuestro examen se hará en conjunto respondiendo a una mayor fluidez de la exposición.

Para analizar si verdaderamente el capitalismo es una utopía en primer lugar tenemos que tener en claro y precisar el concepto mismo de utopía. Y para ello recurrimos al diccionario. Allí encontramos esta definición de utopía: "(gr. Oú, no, y topos, lugar: lugar que no existe.) f. Teoría inspirada en la justicia y en la bondad, pero de imposible realización."

Muy bien. Aclarado pues el significado del vocablo utopía estamos pues en condiciones de encarar esta breve investigación y responder a la pregunta ¿es el capitalismo una utopía? ¿no se trata nada más que de una quimera?.

Para poder responder concienzudamente a la pregunta, el paso siguiente consistirá en indagar si en algún momento del pasado el sistema económico capitalista fue verdaderamente aplicado, en qué extensión y con qué resultados. La respuesta a estos tres interrogantes definirá en concreto si es correcto afirmar o no que el capitalismo como teoría constituye una utopía.

Y la investigación nos revela que en efecto el sistema teórico capitalista fue aplicado en la historia poco tiempo después de su concepción, con distintos grados, proporciones e intensidades entre un período que, sin pretensión de exactitud matemática, puede ubicarse a grandes rasgos entre los años 1780 y 1914 (o si se quiere 1918. Desde luego no se quiere significar que hubo entre ambos años una fecha histórica solemne, en la cual un grupo de personas, países, naciones o continentes decidieron solemnemente comenzar a aplicar en una fecha determinada un sistema económico capitalista. Bajo ningún punto de vista se pretende significar semejante desatino. El capitalismo fue adoptado gradualmente en forma casi inconsciente por sus protagonistas (empresarios y trabajadores) y al amparo de una idea que se iba extendiendo a lo largo y a lo ancho del mundo laboral por obra y gracia de los teóricos que lo concibieron. La bibliografía recomendada al pie dará cuenta en detalle de quienes fueron esos teóricos y en qué consistió en concreto su labor. Entrar en estas cuestiones escapa al objeto de esta breve nota.

Ahora bien, aun dentro de ese período, no fueron menores las resistencias que la teoría tuvo en su aplicación. El capitalismo como hijo de la filosofía liberal no fue ajeno al hecho de que el liberalismo había surgido hacia 1776 como reacción al sistema monárquico absoluto que rigió durante siglos en el mundo occidental (a la sazón Europa).

En este sentido resulta muy ilustrativo el trabajo de Robert L. SCHUETTINGER - Eamonn F. BUTLER; (4000 Años de Control de Precios y Salarios. Como no combatir la inflación. Prólogo por David L. Meiselman. Primera Edición. The Heritage Foundation. Editorial Atlántida. Buenos Aires.). Allí los autores a través del tratamiento de típicos controles intervencionistas durante la historia, analizan los últimos 4000 años para demostrar que el intervencionismo (y el absolutismo despótico) fueron constante en la historia del mundo durante tan amplio período. En esta perspectiva, si tenemos en cuenta que el capitalismo como doctrina filosófica aparece recién hacia 1776 (por lo general se toma este año como punto de partida, el que coincide con la publicación de la obra magna de Adam Smith titulada "La riqueza de las naciones...") puede advertirse con meridiana claridad que, a grandes rasgos, el mundo fue decididamente anticapitalista durante el 95% de su existencia y medianamente capitalista el 5% restante (representado por los últimos 200 años de su vigencia). Desde luego estamos generalizando en extremo y haciendo un balance muy global, pero no por ello menos significativo.

Ahora bien. El paso siguiente será preguntarnos: en estos últimos 200 años de aplicación del capitalismo ¿en que medida, proporción magnitud, extensión y cantidad fue éste instrumentado?

La respuesta no será simple, pero es posible hacer una estudio a tal efecto. Y tal estudio fue realizado por los autores recomendados en la bibliografía citada al pie de esta nota.

Las conclusiones de dicho examen pueden caracterizarse de la siguiente manera. Ni aun en la época de su máximo esplendor, el capitalismo pudo imponerse más allá de un 30% a un 40% en las economías mundiales. Esto a su vez merece algunas aclaraciones adicionales. Hubo amplias regiones geográficas en donde el capitalismo fue prácticamente nulo o directamente inexistente. Dentro de esta categoría podemos mencionar en general Asia, África y Oceanía. La llamada cultura Oriental siempre fue clara y notoriamente hostil al capitalismo occidental durante el período estudiado. Mises asegura que la gran distinción, hoy tradicional, entre Oriente y Occidente está fuertemente marcada por este hecho. Razones de índole cultural explican en gran parte esta hostilidad. Al mismo tiempo también Mises anota que la diferencia existente entre los niveles de vida observados entre Occidente y Oriente son debidos a la repulsa oriental a adoptar los métodos de producción capitalista. A nuestro juicio no le falta razón. Con esto queda respondida nuestra pregunta en cuanto a ¿con qué extensión fue aplicado en dicho período el capitalismo?.

Teniendo pues respondidas las preguntas en cuanto a período de aplicación (1780-1918); intensidad de aplicación (30% a 40%) y extensión de aplicación (Occidente) nos queda por estudiar el último aspecto de la indagación efectuada. Y este era ¿qué resultados concretos tuvo globalmente ese porcentaje aplicado en esos lugares?.

La respuesta este ultimo interrogante nos introduce directamente en una cuestión eminentemente técnica y estadística, de alguna aridez, pero de necesario estudio. Sin embargo para no recargar al lector con la lectura de pesadas cifras, remitimos en cuanto a los datos concretamente numéricos, nuevamente a la bibliografía recomendada al pie.

No obstante ello, vamos a decir algo en relación a las conclusiones de dicho trabajo. Este escaso porcentaje de ensayo del capitalismo en lugares bastante bien localizados (Europa -algunos países- Gran Bretaña, EE.UU., sobre todo entre los años 1780 y 1914) produjo espectaculares alzas en el nivel de vida de la población. La mayoría de los grandes inventos que en el día de hoy han sido sumamente perfeccionados mediante técnicas de producción capitalistas, tuvieron origen dentro de dicho periodo y en los países indicados. Las estadísticas revelan que se trató de un periodo con altos niveles de vida, reflejados en permanentes subas de salarios, significativas tasas de empleo y ocupación, desarrollo de tecnología y confort que redundaron en una mejora del nivel de vida de los más humildes y los menos favorecidos por la vida.

En dicho periodo afloró la caridad privada (luego desplazada, expoliada y abolida por la caridad publica) (ver Alberto BENEGAS LYNCH (h) - Martín KRAUSE; "En defensa de los más necesitados". Editorial Atlántida, Buenos Aires, 1998.).

La gente pasó a disponer de más tiempo libre, un mejor salario real y condiciones de vida impensables hasta ese momento.

Desde luego si analizamos el confort disponible por personas de la época en relación a nuestros actuales niveles de confort, tendremos una primera impresión de absoluta pobreza. Pero es a todas luces improcedente comparar nuestros actuales niveles de vida y de confort con los de la época analizada. Para llevar a cabo una comparación válida, deben tomarse los estándares de vida anteriores al advenimiento del capitalismo. La pregunta que debe hacerse y responderse es ¿cómo se vivía antes del advenimiento del capitalismo en el mundo?. Es la única manera de medir honestamente el grado de avance o retroceso en materia de bienestar económico. Del mismo modo que resulta improcedente compararnos con una civilización que habrá de existir dentro de 50 o 100 años, deviene indebido comparar nuestro actual nivel de desarrollo con el habido durante los últimos 200 años en examen. La comparaciones deben hacerse hacia atrás para luego poder estar en condiciones de preguntarnos ¿estamos hoy mejor que hace 200, 100 o 50 años atrás?.

Pasemos ahora revista a algunas de las "utopías" capitalistas del período indicado:

Teléfono

En 1854, el inventor francés Charles Bourseul planteó la posibilidad de utilizar las vibraciones causadas por la voz sobre un disco flexible o diafragma, con el fin de activar y desactivar un circuito eléctrico y producir unas vibraciones similares en un diafragma situado en un lugar remoto, que reproduciría el sonido original. Algunos años más tarde, el físico alemán Johann Philip Reis inventó un instrumento que transmitía notas musicales, pero no era capaz de reproducir la voz humana. En 1877, tras haber descubierto que para transmitir la voz sólo se podía utilizar corriente continua, el inventor estadounidense de origen inglés Alexander Graham Bell construyó el primer teléfono capaz de transmitir y recibir voz humana con toda su calidad y su timbre.

Locomotora

La primera locomotora práctica se construyó en Inglaterra en 1804 por el ingeniero e inventor Richard Trevithick.

Máquina analítica.

Máquina calculadora mecánica inventada por el matemático y científico británico Charles Babbage en 1833, de la cual sólo se construyó una pequeña parte. La máquina analítica, aunque concebida mucho tiempo antes de que surgiese la tecnología electrónica, debía ser capaz de almacenar instrucciones, realizar operaciones matemáticas y utilizar tarjetas perforadas como sistema de almacenamiento permanente. Es el antecedente del Ordenador o Computadora.

Máquina de coser.

La primera máquina de coser fue patentada en 1790 por el inventor británico Thomas Saint

Maquina de escribir

La primer patente expedida para una máquina de escribir fue concedida al inventor estadounidense William Austin Burt en 1829 por una máquina con caracteres colocados en una rueda semicircular que se giraba hasta la letra o carácter deseado y luego se oprimía contra el papel

Máquina de vapor

Durante sus trabajos de mejora de la máquina de Newcomen el ingeniero e inventor escocés James Watt desarrolló una serie de ideas que permitieron la fabricación de la máquina de vapor que hoy conocemos. El primer invento de Watt fue el diseño de un motor que contaba con una cámara separada para la condensación del vapor. Esta máquina, patentada en 1769, redujo los costos de la máquina de Newcomen evitando la pérdida de vapor producida por el calentamiento y enfriamiento cíclicos del cilindro. Watt aisló el cilindro para que permaneciera a la temperatura del vapor. La cámara de condensación separada, refrigerada por aire, contaba con una bomba para hacer un vacío que permitía absorber el vapor del cilindro hacia el condensador. La bomba se utilizaba también para eliminar el agua de la cámara de condensación.

Maquinas expendedoras

Las primeras máquinas expendedoras de chicles se instalaron en 1888 en los andenes de las estaciones de Nueva York.

Maquina herramienta

Las máquinas herramientas modernas datan de 1775, año en el que el inventor británico John Wilkinson construyó una taladradora horizontal que permitía conseguir superficies cilíndricas interiores. Hacia 1794 Henry Maudslay desarrolló el primer torno mecánico. Más adelante, Joseph Whitwirth aceleró la expansión de las máquinas de Wilkinson y de Maudslay al desarrollar en 1830 varios instrumentos que permitían una precisión de una millonésima de pulgada. Sus trabajos tuvieron gran relevancia ya que se necesitaban métodos precisos de medida para la fabricación de productos hechos con piezas intercambiables.

Avión

Los Wright admiraban los escritos y las hazañas del ingeniero alemán del siglo XIX Otto Lilienthal y del ingeniero estadounidense Octave Chanute, que habían experimentado con planeadores y el vuelo en general. En septiembre de 1900, en Kill Devil Hills, cerca de Kitty Hawk, Carolina del Norte, probaron su propio planeador.

Radio

Aun cuando fueron necesarios muchos descubrimientos en el campo de la electricidad hasta llegar a la radio, su nacimiento data en realidad de 1873, año en el que el físico británico James Clerk Maxwell publicó su teoría sobre las ondas electromagnéticas.

Automatización

El principio de realimentación se utiliza desde hace varios siglos. Un notable ejemplo es el regulador de bolas inventado en 1788 por el ingeniero escocés James Watt para controlar la velocidad de la máquina de vapor. El conocido termostato doméstico es otro ejemplo de dispositivo de realimentación.

Con el descubrimiento de la electricidad en el siglo XVIII, se comenzó a buscar la forma de utilizar las señales eléctricas en la transmisión rápida de mensajes a distancia. Sin embargo, no se lograría el primer sistema eficaz de telegrafía hasta el siglo XIX, cuando en 1837 se hicieron públicos dos inventos: uno de Charles Wheatstone y William F. Cooke, en Gran Bretaña, y otro de Samuel F. B. Morse, en Estados Unidos. Morse también desarrolló un código de puntos y rayas que fue adoptado en todo el mundo. Estos inventos fueron mejorados a lo largo de los años. Así, por ejemplo, en 1874, Thomas Edison desarrolló la telegrafía cuádruple, que permitía transmitir dos mensajes simultáneamente en ambos sentidos. Algunos de los productos actuales de la telegrafía son el teletipo, el télex y el fax.

Teléfono

A pesar de que la telegrafía supuso un gran avance en la comunicación a distancia, los primeros sistemas telegráficos sólo permitían enviar mensajes letra a letra. Por esta razón se seguía buscando algún medio de comunicación eléctrica de voz. Los primeros aparatos, que aparecieron entre 1850 y 1860, podían transmitir vibraciones sonoras, aunque no la voz humana. La primera persona que patentó un teléfono eléctrico, en el sentido moderno de la palabra, fue el inventor de origen inglés Alexander Graham Bell, en 1876. En aquellos años, Edison investigaba la forma de poder registrar y reproducir ondas sonoras, abriendo así el camino a la aparición del gramófono.

Radio

Los primeros sistemas telegráficos y telefónicos utilizaban el cable como soporte físico para la transmisión de los mensajes, pero las investigaciones científicas indicaban que podían existir otras posibilidades. La teoría de la naturaleza electromagnética de la luz fue enunciada por el físico británico James Clerk Maxwell en 1873, en su Tratado sobre electricidad y magnetismo. Las teorías de Maxwell fueron corroboradas por el físico alemán Heinrich Hertz. En 1887, Hertz descubrió las ondas electromagnéticas, estableciendo la base técnica para la telegrafía sin hilos.

En la década siguiente se realizaron gran número de experimentos para la transmisión de señales sin hilos. En 1896, el inventor italiano Guglielmo Marconi logró enviar una señal sin hilos desde Penarth a Weston-super-Mare (Inglaterra), y en 1901 repitió el experimento desde Cornwall, a través del Océano Atlántico. En 1904, el físico británico John Ambrose Fleming inventó el tubo de vacío con dos elementos. Un par de años después el inventor estadounidense Lee de Forest consiguió un tubo de vacío de tres electrodos, invento en el que se basarían muchos dispositivos electrónicos posteriores. La primera emisión de radio tuvo lugar en 1906 en los Estados Unidos. En 1910, De Forest transmitió por primera vez una ópera desde el Metropolitan Opera House de Nueva York. En 1920 se crearon varias emisoras o estaciones de radio en Estados Unidos, y en 1923 se fundó en el Reino Unido la British Broadcasting Corporation (BBC). En 1925 ya funcionaban 600 emisoras de radio en todo el mundo. En la actualidad, casi todos los hogares de los países desarrollados disponen de radio.

Transmisión de imágenes

A finales del siglo XVIII se inventó la litografía, que permitió la reproducción masiva de obras de arte. En 1826, el físico francés Nicéphore Niépce, utilizando una plancha metálica recubierta de betún, expuesta durante ocho horas, consiguió la primera fotografía. Perfeccionando este procedimiento, el pintor e inventor francés Louis Jacques Mandé Daguerre descubrió un proceso químico de revelado que permitía tiempos de exposición mucho menores, consiguiendo el tipo de fotografía conocido como daguerrotipo.

A finales del siglo XIX se descubrieron diferentes métodos que conferían a la fotografía la ilusión de movimiento. En 1891, Edison patentó el cinetoscopio, máquina para proyectar imágenes en movimiento, que presentó en 1889. En 1895, los hermanos Lumière presentaron y patentaron el cinematógrafo, máquina que lograba proyectar imágenes en movimiento. A finales de la década de 1920, se añadió el sonido a estas imágenes en movimiento.

Televisión

El sistema de transmisión de imágenes en movimiento está basado en varios descubrimientos, entre los que se encuentra el disco perforado explorador, inventado en 1884 por el pionero de la televisión, el alemán Paul Gottlieb Nipkow. Otros de los hitos en el desarrollo de la televisión son el iconoscopio y el cinescopio, para transmitir y recibir, respectivamente, imágenes a distancia. En 1926, el ingeniero escocés John Logie Baird utilizó este sistema para demostrar la transmisión eléctrica de imágenes en movimiento. Estos inventos propiciaron nuevos progresos en Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania. En Gran Bretaña la BBC inició la emisión de sus programas de televisión en 1927 con el sistema de Baird, y en 1937 se inauguró el primer servicio público de televisión de calidad.

La televisión se ha extendido por todo el mundo; los satélites de comunicaciones permiten transmitir programas de un continente a otro y enviar acontecimientos en vivo a casi cualquier parte del mundo. Los circuitos cerrados de televisión se utilizan, entre otras aplicaciones, en los bancos para identificar cheques, en las compañías aéreas para mostrar información de vuelo y en medicina para estudiar las técnicas a utilizar en el quirófano. La grabación de vídeo también ha revolucionado la capacidad de almacenamiento, recuperación y transmisión de la información.

Computadoras u ordenadores

Uno de los avances más espectaculares dentro de las comunicaciones —comunicación de datos— se ha producido en el campo de la tecnología de los ordenadores. Desde la aparición de las computadoras digitales en la década de 1940, éstas se han introducido en los países desarrollados en prácticamente todas las áreas de la sociedad (industrias, negocios, hospitales, escuelas, transportes, hogares o comercios). Mediante la utilización de las redes informáticas y los dispositivos auxiliares, el usuario de un ordenador puede transmitir datos con gran rapidez. Estos sistemas pueden acceder a multitud de bases de datos. A través de la línea telefónica se puede acceder a toda esta información y visualizarla en pantalla o en un televisor convenientemente adaptado.

Tecnología láser

El láser ocupa un lugar importante en el futuro de las comunicaciones. Los haces de luz coherente producidos por láser presentan una capacidad de transmisión de mensajes simultáneos muy superior a la de los sistemas telefónicos convencionales. Los prototipos de redes de comunicación por láser ya son operativos y puede que en el futuro sustituyan en gran medida a las ondas de radio en telefonía. Los rayos láser también se utilizan en el espacio en los sistemas de comunicación por satélite.

Comunicaciones y educación

Las películas culturales sobre diferentes temas y otros procedimientos de educación audiovisual pueden convertirse pronto en elementos indispensables en la instrucción escolar. En muchas escuelas de los países desarrollados ya se utilizan equipos audiovisuales para presentar fotos, pósters, mapas, diapositivas, transparencias, vídeos y otros materiales. El magnetofón o grabadora se utiliza de forma generalizada para la enseñanza de idiomas.

Los programas radiofónicos educativos han permitido ampliar considerablemente el acceso a la educación. Las escuelas han comenzado a conectarse a Internet y a utilizar datos recibidos vía satélite o en CD-ROM. Los rápidos avances de la tecnología informática van a tener probablemente una gran repercusión en la educación.

Estas son algunas "utopías" capitalistas con la que convivimos todos los días.

Bibliografía

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